La iglesia de San Julián es una más de las que forman el grupo que hemos definido como del río Tirón, también conocidas como grupo riojano alavés por su proximidad con esta provincia. Junto a las de Villaseca y Galbárruli queda un poco más alejada de sus aguas ya que por la LR-209 nos hemos dirigido hacia el norte, hacia la provincia de Burgos, de la que nos separan apenas un par de quilómetros. Se trata de una construcción tardía, de finales del siglo XII o principios del XIII (momento en que se inició la construcción de la cabecera), en el que los esquemas de construcción románicos pervivieron hasta las últimas década de este último siglo, cuando se erigió la nave y la portada meridional. Consta de ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera apuntada, tramo recto presbiterial que se cubre con bóveda de cañón apuntada y nave única de tres tramos. La portada se abre en el muro sur de la nave, en el tramo central.
Al parecer, entre la construcción del ábside y la nave hubo un largo periodo de varias décadas en que se interrumpieron las obras. Hasta el año 1949 (cuando se realizaron algunas reparaciones en la cubierta y espadaña) la iglesia no había sufrido apenas alteraciones en su planta original ni reformas de calado. En 2008, sin embargo, la Consejería de Cultura del Gobierno de La Rioja acometió las obras de restauración completa del templo y alrededores. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1983.
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