La iglesia de San Román, como la de Castilseco, forma parte del conjunto de edificaciones conocidas como del río Tirón o grupo riojano alavés. Se trata de una construcción tardía, iniciada probablemente a finales del siglo XII y terminada ya bien entrada la siguiente centuria. Se ubica en la parte alta de la villa, en un espacio del que todavía se conserva una de las puertas de acceso, con arco ligeramente apuntado. Tanto la iglesia como el recinto fueron restaurados por última vez a principios de esta centuria, liberando a la fábrica del cableado que afeaba los muros y pavimentando los alrededores. El resultado de esta intervención ha sido todo un acierto.
Se construyó con sillares de arenisca y, en planta, se compone de ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera reforzada por dos nervios de sección cuadrangular; presbiterio rectangular que se cubre con bóveda de cañón apuntado; y nave de tres tramos, el más cercano al presbiterio con bóveda de cañón apuntado y los otros dos con bóveda de arista añadida en el siglo XVIII. La portada se abre en la fachada meridional a la altura del segundo tramo de la nave. Presenta ligero apuntamiento y denota ya la influencia del gótico. El porche que la protege es un añadido del siglo XVII.
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