Visitamos por primera vez la iglesia de San Julián en 2008, poco antes de que empezaran las últimas obras de reacondicionamiento del templo y limpieza de alrededores. El cambio como no podía ser de otro modo, ha sido para bien y la iglesia se asemeja hoy en día un poco más a su aspecto original. Notables son, por ejemplo, las diferencias entre la imagen que ofrecía la cabecera antes de la intervención (ver foto) y la que presenta en la actualidad (foto 1), la restaurada puerta meridional, que trataremos en el apartado correspondiente, y el pórtico que la protege (ver foto). Poco queda por reseñar del exterior del edificio. A partir del siglo XVI la fábrica se vio ampliada por diversos anexos y en esa misma centuria se remodelaria la pequeña espadaña original situada sobre el arco triunfal, que debía de ser coetánea a la cabecera, es decir, de finales del XII o principios del XIII. La que ahora vemos se compone de un solo hueco central de medio punto con dos pináculos en los extremos de la parte superior (fotos 8 y 9). La espadaña que hoy en día sirve de campanario es contemporánea de la nave, de finales del XIII o quizás ya del XIV, y consta de dos troneras con arco de medio punto (foto 10). Por debajo de ella, a media altura del hastial, se abre una ventana con arco rebajado que apea sobre dos finas columnas acodilladas. (foto 11). |