La única portada de la iglesia de San Julián (foto 1) se abre en el muro sur, en el tramo central de la nave. Como os comentábamos al hablar del exterior de la iglesia, fue restaurada en 2008, liberándola del encalado moderno que la recubría. El resultado de esa intervención es el que ahora podéis observar y, sin duda, le ha devuelto mucho más carácter (comparad, si no, con el estado previo). Es algo posterior a la cabecera del templo, de finales del siglo XIII, y por su tosquedad los autores apuntan a un maestro que no era escultor, sino el cantero o equipo de canteros que levantaron la nave. Consta de cuatro arquivoltas lisas (enlace 1) y guardapolvos recorrido en toda su longitud por una línea en zig-zag (enlace 12). La arquivolta interior apea directamente sobre las jambas, y las tres restantes sobre cuatro pares de columnas acodilladas cuyas basas se encuentran en muy mal estado o simplemente han desaparecido. Todas las columnas se rematan con capiteles en cuyas cestas se ha esculpido diferentes motivos ornamentales, todos de escasa calidad (enlaces 2 y 3). Los del lado izquierdo de la imagen se decoran con motivos vegetales el primero (enlaces 4/5), un águila con las alas explayadas el segundo (enlaces 6/7), una cabeza humana o máscara el tercero (enlaces 8/9) y un Leviatán el último (enlaces 10/11). En el lado derecho aparecen una cabeza de mujer con toca en el primero (enlace 13), y lo que tal vez sean dos máscaras en los dos siguientes (enlaces 14/15). El estado de conservación del último no permite identificar lo que allí se esculpió. |