Los canecillos conservados, aparte de los del ábside, se ubican bajo el alero de la fachada meridional (foto inferior). Al igual que en el caso de la vecina iglesia de Castilseco, hemos visitado San Román en varias ocasiones, antes y después de la última reforma de la que tenemos constancia, la de 2008, en que se arregló la techumbre de la nave y del porche. La imagen que nos sirve para los enlaces a las ampliaciones de los canecillos es de nuestra última visita, en 2022, pero algunas de las fotos ampliadas de los canes son de la vez anterior, en que la luz era mucho más buena para apreciar los detalles de cada figura o motivo esculpido.

La serie completa la componen 24 canecillos, de los que os ampliamos los más destacados. Empezando por la izquierda, los dos primeros presentan perfil de cuarto de bocel y el tercero tres acanaladuras verticales (enlace 1); el cuarto es de proa de nave y el quinto lo componen tres rollos horizontales (enlace 2). El sexto, ya en el cuerpo saliente en que se abre la portada, nos muestra una suerte de atlante que sostiene sobre la cabeza un bloque pétreo con una cruz inscrita (enlace 3); a su lado una estrella de seis brazos (enlace 4) a la que sigue otro con cuatro acanaladuras verticales y otro de proa de nave (enlace 5). El siguiente, por encima de la ventana, nos presenta un personaje que junta las manos sobre su pecho (enlace 6) y vecino a él un can con perfil de nacela. La serie continúa con otro atlante y tres rollos horizontales (enlace 7), nacela simple, personaje con los brazos levantados y dos rollos horizontales (enlace 8), tres rollos verticales (enlace 9), aspa (enlace 10), una figura monstruosa (enlaces 11/12) y, en el extremo derecho, un personaje que se lleva la mano derecha a la barbilla (enlaces 13/14).