En el tramo presbiterial sur (foto 7) quedan tres sencillos canes: de caveto el primero y proa de nave los siguientes. A estos les sigue el grueso estribo que separa presbiterio de semicírculo absidal, en cuya calle sur (enlace 1) se disponen tres canecillos más: dos de proa de nave y otro, flanqueado por aquellos, en que podemos observar a un maestro cantero sentado (enlaces 2/3). El capitel de la semicolumna de fuste único lleva una interesantísima figura de glouton (enlaces 4 a 7) o monstruo que engulle el fuste de la semicolumna.
Las semicolumnas dobles de este lado del ábside se coronan con un capitel en el que se representa la lucha entre un hombre y un animal o la cacería del oso (enlaces 9 a 12). La disposición de las figuras es muy parecida a la de un capitel que encontramos en el exterior del ábside de la iglesia de Santa María la Mayor de Villacantid (Cantabria, ruta 5): el animal ocupa el centro de la cesta, a su izquierda el cazador parece atacarlo con una lanza y a la derecha unos perros le muerden los cuartos traseros. |