El único acceso al interior del templo se abre en la fachada meridional, en cuerpo adelantado al mismo (foto 1). Consta de arco de medio punto, dos arquivoltas que apean sobre columnas acodilladas y tres cenefas que descansan directamente sobre las jambas (enlaces 1/2/18). Todas las columnas son de fuste liso y se rematan con capiteles figurados cuyos motivos se repiten mucho tanto en el románico del norte de Burgos como en el de Cantabria (Molledo, Bolmir). El capitel exterior izquierdo (enlaces 7 a 9) lleva dos leones afrontados cuyas melenas vienen representadas por medio de incisiones concéntricas (enlace 9), mientras que su vecino nos muestra otro de los temas más recurrentes de esta zona: el águila con las alas explayadas (enlaces 10 a 12). Los del lado derecho repiten decoración: series de hojas superpuestas terminadas en volutas que convergen en los ángulos de la cesta (enlaces 15 a 17). |