La cabecera de la iglesia ha sido restaurada no hace mucho con lo que algunos de sus sillares traicionan esa última intervención, pero su aspecto no difiere mucho del que debía de tener en un principio. Dos contrafuertes prismáticos señalan la separación entre presbiterio y tambor absidal que, a su vez, se divide en tres calles por medio de otros dos estribos del todo semejantes a los anteriormente descritos. La cornisa es de grueso bocel y descansa sobre una serie de 19 canecillos, algunos de difícil observación ya que el cementerio impide que podamos darle la vuelta al ábside en su totalidad.
En la parte inferior derecha de la foto 1 podemos observar el muro tras el que se encuentra el pequeño cementerio adosado al ábside. La puerta de acceso suele estar cerrada con lo que la observación de la calle central tiene que hacerse desde el exterior del camposanto.
Como acostumbramos, en las fotografías 2 a 7 os ofrecemos fotos del perímetro absidal. Tanto el presbiterio como el tambor están divididos en tres cuerpos separados por dos impostas abilletadas. De todos los vanos practicados solo se mantiene abierto el del tramo sur presbiterial y eso fragmentariamente ya que ha perdido sus elementos en el exterior. Tanto la ventana axial como la del presbiterio norte han sido cegadas.
|