En la fotografía inferior se observan claramente las reformas sufridas por el templo y los diferentes aparejos utilizados en ellas: el mampuesto para la reedificación de los muros norte y de poniente y el sillar para el muro de mediodía, el ábside y el antecuerpo en que se abre la portada. Para Rodríguez Montañés (Enciclopedia del Románico, Burgos, tomo III) "el edificio responde a los mismos principios artísticos y más que probablemente a un mismo taller que la de San Miguel de Cornezuelo", también visitada en esta ruta. Y en verdad son muchas las semejanzas entre ellas, pero la más llamativa es la existencia de la arquería ciega que decora el muro interior de la cabecera. Este tipo de articulación muraria también es propia de la cercana Cantabria, donde encontramos, entre otros, los ejemplos de Elines, Cervatos y Silió. En todo caso, la portada meridional y la cabecera (fotos 2 a 6) son los únicos elementos románicos que siguen en pie. La fachada norte, salvo la cabecera, ha perdido todos sus elementos (foto 7). |