Hay dos maneras de acercarse hasta la ermita de Cillas, una por camino asfaltado y otra por pista sin asfaltar pero en buen estado. El primero sale desde la villa de Sajazarra, en dirección norte y la segunda, opción que nosotros tomamos, desde la villa de Castilseco en dirección sur. Sea cual sea la opción que toméis, el recorrido atraviesa extensos viñedos y las vistas son espectaculares, con los montes Obarenes como telón de fondo (foto 5). Como sucede con la ermita de Sorejana, visitada en la ruta 3 de esta comunidad, Santa María de Cillas debió de ser la iglesia de una población de cierta importancia durante la Edad Media pues queda rodeada de una necrópolis con numerosas sepulturas. Probablemente, la villa se despobló a finales del siglo XIV o principios del XV. La Virgen de Cillas, originaria de esta ermita, es la patrona de Sajazarra y en la actualidad se encuentra custodiada en su iglesia de Santa María de la Asunción, también visitada en esta ruta. Es de planta rectangular de una sola nave y presbiterio recto, ambos cubiertos con bóveda de cañón ligeramente apuntada. La espadaña que podéis ver sobre la portada (fotos 1/2) es moderna, de mediados del siglo pasado. La cabecera es un poco más baja y estrecha que la nave pues el terreno sobre el que se asienta presenta una ligera pendiente ascendente hacia levante. La portada se abre en la fachada meridional y es de arco simple levemente apuntado con grandes dovelas y moldura de fino baquetón (ver foto). Seis estribos, dos en la cabecera, otros dos en las esquinas de poniente, y otros dos a la altura del arco triunfal sirven para reforzar la estructura. Bajo el alero de la cubierta, tanto en su lado norte como en el lado sur, los canecillos son en su mayor parte de nacela sin decorar, salvo cuatro del muro sur del presbiterio en que podemos distinguir un ave (enlace 1), una cabeza de animal (enlace 2), dos dados o cubos (enlace 3) y un tonel (enlace 4). La iluminación del interior de la cabecera se consigue por medio de la ventana aspillerada del testero (foto 7) y la que se ubica en el muro meridional del presbiterio, esta última ampliada en las reformas del siglo pasado. En el muro norte, como suele ser frecuente, no hay aberturas al exterior. La datación de la fábrica nos retrotrae hasta el siglo XIII para la cabecera y ya entrado el siglo XIV para su terminación. Es, pues, un edificio románico tardío, pero no debe sorprendernos esta circunstancia ya que en las zonas rurales los métodos constructivos del románico pervivieron hasta bien entrado el siglo XIII. |