Aproximándonos a Sajazarra por la LR-209, un poco antes del desvío que nos permite acceder a su núcleo urbano, obtendremos la bella imagen del castillo y la torre de Santa María (foto 1) como telón de fondo de amplios campos de vides. Con buen criterio, el ayuntamiento ha habilitado una extensa campa como zona de estacionamiento para aquellos visitantes que se acerquen a la localidad con medio de transporte propio, evitando así el tráfico rodado por sus estrechas calles. A pie, pues, desde el lugar en que dejemos el vehículo, nos dirigiremos hacia la iglesia de Santa María, no sin antes detenernos a contemplar la bella fortaleza (de propiedad privada y no visitable) que preside la calle Mayor (fotos 2 y 3), obra de los siglos XV y XVI.
Unos metros más adelante, por esa misma calle Mayor, se llega a la iglesia objeto de nuestra visita: Santa María, vecina de la Puerta del Arco y la muralla, a la que queda adosada por su muro norte (foto 4). El edificio actual es el resultado de las sucesivas intervenciones realizadas en diversas épocas que se extienden desde el último cuarto del siglo XII hasta los inicios del siglo XVIII en que Juan de Azcoitia y Pedro de Elejalde erigieron la monumental torre barroca en la esquina suroeste (foto inferior) que sustituiría al antiguo campanario de espadaña.
Desafortunadamente, poco más os podemos ofrecer de la iglesia pues en el momento de realizar nuestra visita se encontraba cerrada. La fábrica se compone de tres naves, siendo la central la más antigua de las tres, casi con toda probabilidad de finales del siglo XII. A esta nave central, ya muy entrado el siglo XIII, se le añadió, en la fachada sur, una nave lateral algo más baja y corta que la anterior a cuyos pies se encuentra la portada que os describimos en la foto inferior.
Presenta un ligero apuntamiento, típico del gótico, y se compone de tres arquivoltas con gruesos baquetones que apean sobre una imposta lisa que, a su vez, descansa directamente sobre las jambas (enlaces 1 a 4). En época muy posterior, bien avanzado el siglo XVI, a esa planta de dos naves se le añadió la nave del evangelio, conformada por cuatro capillas que se adueñaron del espacio comprendido entre la muralla y el muro norte de la nave central, ocupado anteriormente por un cementerio.
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