Tras la última reforma, la cabecera de la ermita de la Concepción ha quedado como se ve en la foto inferior. Con la presencia del amplio alero de madera, la luz no incide directamente sobre los canecillos y capiteles con lo que, para poder distinguir mejor los detalles de las figuras en ellos esculpidas, hemos mantenido algunas de las imágenes que obtuvimos en la visita que realizamos antes de la reforma, cuando el aspecto que ofrecía la ermita era el de la fotos 2 y 4. Ya hemos apuntado a la posibilidad de que tanto este ábside como el de la cercana ermita de Junquera hubiesen sido realizados por el mismo equipo. Una de las características en que ambos coinciden es el hecho de que, aparte de estar divididos los tambores en dos cuerpos por una imposta de nacela, el semicírculo absidal (foto 3) queda separado en tres calles por medio de dos haces de tres semicolumnas entregas (aquí las del lado sur han desaparecido por la reforma del siglo XIX, cuando la ermita pasó a ser la capilla del cementerio). La iluminación del interior de la cabecera se conseguía por medio de tres grandes ventanas de arco de medio punto, de las que solo se mantienen la de la calle central del ábside y la del muro norte del presbiterio (foto 6). |