eramola: sglésia de ant iquel (interior/1)

El interior de Sant Miquel se reformó manteniendo la construcción en sillarejo de desigual tamaño. La bóveda del ábside es de cascarón y los finos sillares que la conforman presentan una distribución concéntrica característica de muchas iglesias románicas pirenaicas. En el centro se abre la ventana de doble derrame enmarcada por sillares que dan forma al arco superior (foto 1).

INTERIOR DEL ÁBSIDE.

NAVE Y CABECERA. DETALLE DEL ARCO Y LESENA DE LA CABECERA. BÓVEDA DE CASCARÓN Y CUBIERTA DE LA NAVE. NAVE. NAVE CENTRAL.

La cabecera se remarca con un arco de piedra que sobresale del muro y se prolonga en dos lesenas del mismo grosor hasta el suelo (fotos 3/4/6). La nave, de construcción posterior al ábside del siglo XI, es de corta longitud comparada con el tamaño de aquél. La iluminación del templo procede de la ventana del ábside, de la que se abre en el muro meridional (foto 6) y de las dos que se hallan a ambos lados de la portada.