En la segunda página del exterior del templo nos habíamos detenido en el capitel doble de la arquivolta exterior. Antes de proseguir con su descripción, veamos algunas fotos de la portada (fotos 1 a 4). A simple vista se confirma que estamos ante en excelente trabajo, tan bueno que pasó la criba de los cambios en los gustos estéticos de los siglos posteriores al románico. Y eso que en este caso, salvo por la fachada meridional, las reformas acaban casi con todo.

Como podéis ver en la foto superior, la portada se compone de tres arquivoltas abocinadas de medio punto que descansan sobre pares de columnas, siendo dobles las columnas de la arquivolta exterior, la de la derecha medio cegada por el añadido del cuerpo bajo de la torre. Las basas de las columnas descansan en poyo corrido que se prolonga hasta las arcaduras ciegas de los muros laterales. Solo la arquivolta interior lleva decoración escultórica; las otras dos son de bocel. El tímpano de la Adoración apoya sobre dos ménsulas también esculpidas. De todo ello os hablamos en las páginas que siguen.