La iglesia de San Martín se localiza en lo alto de la villa, en una pequeña plaza conocida entre sus vecinos como El Altillo. Pertenece al grupo de iglesias del río Tirón y es la más antigua de ellas, siendo iniciada su construcción probablemente a mediados del siglo XII. La fábrica original constaba de ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera, presbiterio recto que se cubre con bóveda de cañón, y una sola nave, con cubierta de madera a dos aguas, que terminaba en el hastial de poniente en un pórtico de tres arcos. De este edificio originario solo se conserva la cabecera hasta el arco de triunfo. Ya en el siglo XIII, se añadieron a ambos lados del presbiterio dos capillas de cabecera rectangular que posteriormente se transformaron en baptisterio y sacristía.
Esta planta (nave, cabecera y dos capillas laterales) perduró hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando el templó sufrió reformas considerables que cambiaron la planta en gran manera. Esta pasó de una a tres naves, reutilizándose en los muros exteriores de las añadidas parte del material románico de la nave original; y en 1880, en el hastial de poniente, se levantó la torre, despareciendo el pórtico románico. Con los años, el templo ha sufrido numerosas reparaciones, siendo la última la de principios de este siglo.
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