La última intervención en el conjunto medieval de Mur también afectó a la cabecera de la colegiata, cuyo aspecto era éste y que ahora (foto 1) se nos ofrece mucho más limpio de maleza y con los muros consolidados. La cabecera del templo original se componía de tres ábsides, el central algo más ancho y alto que los laterales, pero el ábside septentrional, ya en época gótica, fue sustituido por el muro que ahora se observa en la imagen al derrumbarse la nave lateral norte. Siguiendo un modelo muy repetido en el primer románico, la iluminación del interior se consigue por medio de ventanas de doble derrame: una en posición central en cada uno de los ábsides laterales (la del norte hoy desaparecida), y tres en el ábside central, una en cada paño o calle. |