La iglesia de Santa Maria de Ginestarre se encuentra en un enclave privilegiado que permite divisar todo el valle de Cardós. Desde su construcción en el siglo XI se han sucedido, en distintos documentos, las referencias al templo y a la población de Ginestarre. El primero que se conoce menciona una permuta que realizan los condes del Pallars, Artau I y Llúcia, con Hug Sala cambiando la villa de Lleret por la de Ginestarre en el año 1069. Recordemos que los condes mencionados, así como sus descendientes, tuvieron gran influencia social, política y económica en la zona, reflejándose en las pinturas murales de Sant Pere del Burgal. Originariamente la iglesia era de una sola nave con un ábside semicircular. La puerta de acceso es de arco de medio punto y se abre en el muro meridional. En épocas posteriores se le añadieron el resto de elementos arquitectónicos que la componen: dos capillas, una sacristía, la torre campanario y el pórtico del muro sur que protege la portada. El paramento interior y exterior está completamente revocado, pero quedan algunas zonas al descubierto, sobre todo en el ábside, que permiten apreciar el tipo de sillares empleados en su construcción, de forma irregular y distribuidos en hiladas. El ábside (fotos 6/7/8) presenta decoración lombarda con un friso de once arquillos sin lesenas y una pequeña abertura de doble derrame. Las pinturas del siglo XII que decoraban las paredes de la cabecera fueron arrancadas y se exponen actualmente en el MNAC (Museu d'Art Nacional de Catalunya). En el interior, al que no pudimos acceder, se encuentran dos pilas que podrían ser del siglo XIII. |