Si nos aproximamos a Cellorigo por la carretera LR-209 subiendo desde Sajazarra, la ermita de Santa María nos queda a nuestra izquierda, un poco antes de entrar en el núcleo urbano de Cellorigo, junto a una amplia curva que describe la LR-404, carretera vecinal que habremos tomado poco después de la desviación a Galbárruli. Hoy, como podéis observar, se encuentra en estado de ruina, pero debió de servir como iglesia parroquial de un pequeño núcleo urbano ya desaparecido (fotos 1 y 2). El templo románico original constaba de nave única y cabecera rectangular, pero con los años fueron añadiéndose otras dependencias como la sacristía al norte de la cabecera y una capilla en la fachada sur de la nave.

La nave se cubría, probablemente, con techumbre de madera a dos aguas y la cabecera con bóveda de cañón apuntado, todavía en pie (fotos 6 y 7). El arco triunfal, de medio punto, es de época ya barroca y descansa sobre dos pilastras. Tanto la ventana absidal como la antigua puerta de acceso situada en el muro norte fueron cegadas cuando se realizaron las ampliaciones del templo.

En la foto superior podéis ver la esquina noreste del interior de la ermita, con la portada norte (hoy cegada) y la cabecera. El arco de esta puerta septentrional es de herradura y descansa sobre dintel monolítco (foto 5), al parecer reaprovechado de una construcción anterior prerrománica que fue sustituida por la que hoy, aunque maltrecha, podemos ver.

Dos capiteles de alabastro que aparecieron en su interior, hoy custodiados en la iglesia de San MIllán de Cellorigo, parecen corroborar que la iglesia románica se construyó sobre los cimientos de otra de tradición visigoda con influencias árabes. Para José Gabriel Moya Valgañón esta primitiva iglesia podría ser del siglo X y habría sido construida por alarifes mozárabes de la zona.