ragó: sglésia de anta lúcia (cabecera/2)

En la restauración de los años 80 del pasado siglo, la cubierta de la nave se elevó un poco por encima de la antigua, de la que todavía son visibles, tanto en la fachada de mediodía como en la septentrional, las losas del alero que sobresalen del muro. La iluminación del interior se consigue por medio de las tres ventanas axiales de la cabecera: las dos de las absidiolas y la del ábside central (enlace 3).

La cabecera descansa sobre un zócalo formado por las seis primeras hileras de la base (enlace 4). Esta diferencia de desnivel se nota también en la nave de la iglesia, algo inclinada, con el punto más alto en el hastial de poniente. Si observáis la foto superior notaréis cómo el terreno se eleva hacia el oeste.