Es la más modesta de todas las que componen el conjunto, pero su emplazamiento la colocará entre las preferidas de cualquiera de los visitantes al valle. Cuando nos acercamos a Durro optamos por empezar la visita por esta pequeña ermita ya que la tarde era avanzada y temíamos que un sol demasiado bajo nos impidiera obtener buenas fotos. Como podéis observar, llegamos, por así decirlo, en el momento perfecto.
La estrecha carretera que conduce a Sant Quirc sale del centro de Durro, muy cerca de la iglesia de la Nativitat, a la que rodea por su parte posterior; y en apenas un par de quilómetros nos conduce hasta la explanada en que se erige el oratorio, 300 metros por encima de la villa de Barruera. Llegaremos por el lado de levante, y aparcaremos el vehículo junto a la fachada de poniente (fotos 1/2/3).
Por el momento solo os podemos ofrecer fotos del exterior, pero en el interior se halla una reproducción del frontal de altar que, originario de Sant Quirc, se expone actualmente en las salas del MNAC.
La pequeña ermita es un edificio de nave única que se cubre con bóveda de cañón ligeramente apuntado y cabecera semicircular con bóveda de horno. Remata el hastial de poniente (foto 4) una esbelta espadaña de dos vanos (enlaces 1/2/4) que, al parecer, se le añadió en reformas del siglo XVII-XVIII. La puerta de acceso se abre en el muro sur y consiste en un arco de medio punto compuesto de nueve dovelas que descansan, las de los extremos, directamente sobre el muro. La última restauración data de 1997.
urro: 
rmita de 
ant 
uirc
