arruera: ant eliu (cabecera/1)

En general, podemos decir que la restauración de los edificios románicos de la Vall de Boí ha seguido rigurosos criterios que, como mínimo, no desvirtúan el conjunto. Lo decimos porque cuando visitéis las iglesias os parecerán desde el exterior como "nuevas" debido a estas intervenciones. Nada tenemos que objetar a las mismas y el visitante haría bien en obviarlas. El caso es que los templos se nos muestran como en un principio, probablemente con el aspecto que tenían poco después de haber sido erigidas.

La cabecera de Sant Feliu (fotos 1 a 6) es paradigmática en cuanto a lo que os acabamos de comentar. Una restauración cuidadosa le ha dado el carácter que el tiempo se había encargado de diluir.
La mejor hora para visitarla es por la mañana, cuando la luz incide sobre las piedras con ángulo bajo y el juego de luces y sombras resalta los volúmenes. Nosotros, además, tuvimos la enorme suerte de que amaneciera en pleno més de marzo un día despejado. El resultado aquí lo tenéis.