El monasterio de Sant Serni de Tavènoles se abandonó en el siglo XVI y el edificio se fue deteriorando con el paso del tiempo; sobre el muro este se levantaron unas viviendas que modificaron el conjunto. En la última restauración llevada a cabo a finales de la pasada centuria, solo se contempló el arreglo de la cabecera (fotos 6/7).
Los restos de las naves, en ruinas, nos permiten imaginar la amplitud y majestuosidad del templo (fotos 1 a 5). El claustro del monasterio estaba situado en el lado meridional, pero tan solo se ha conservado uno de los pilares. El camino que separa la iglesia de las casas vecinas atraviesa lo que serían las naves, a la altura del tercer tramo (foto 5).