El arco que da acceso al ábside (foto 9) descansa, a su vez, sobre dos columnas entregas de fuste dividido en dos por la imposta abilletada que separa los cuerpos inferior y superior del tambor absidal. Su decoración nos resulta familiar pues en ellos observamos motivos ya vistos en otros capiteles del templo y en la iglesia de Cornezuelo. El de la izquierda (enlaces 1/2) recurre a los pares de leones afrontados, que ocupan los ángulos de la cesta y se agarran fuertemente al collarino del capitel. Sobre los lomos de dos de los leones, en posición central, aparecen dos flores de cinco pétalos. Su labra es algo tosca.

En el capitel del lado de la epístola (enlaces 3 a 7), tampoco nos sorprenden los motivos utilizados: dos águilas con las alas explayadas se colocan en los ángulos (enlace 4) y, como hacen los leones en el anterior, se asen fuertemente con sus garras al collarino. Es muy semejante al capitel derecho del arco triunfal de Cornezuelo, pero si en aquel lo que aparecían sobre las alas de las águilas eran pequeñas cabezas humanas, aquí nos encontramos con un pequeño cuadrúpedo o felino (enlace 5).