Volveremos a la CA-274 y nos desviaremos hacia la derecha para visitar la iglesia de Arenillas de Ebro (foto 2), en la CA-758. Es una pequeña y armónica iglesia, de estructura y fecha similar a las del valle. Fue construida en el siglo XIII, presenta ábside rectangular con una ventana con decoración continuada de palmas desde las jambas hasta el arco. La puerta no tiene decoración, sólo pesenta un guardapolvos sobre el cimacio y la espadaña, que se eleva en el hastial oeste, contiene dos vanos. Los canecillos de la cornisa son de proa de nave o de caveto . La siguiente visita será a la iglesia de San Martín de Elines (foto 3). El pueblo de San Martín de Elines es uno de los más poblados del valle, junto con Polientes, a pesar de la emigración de mediados del siglo XX que sufrió todo el valle. Actualmente hay unos 50 habitantes que se dedican a las tareas del campo y a promocionar su patrimonio tanto cultural como paisajístico. San Martín de Elines está compuesto por tres barrios: el Puente, Cascajar y la Iglesia, donde se ubica la Colegiata. En este barrio se encuentran casas tradicionales bien conservadas.
La zona estuvo poblada desde la Edad del Bronce, pero poco se sabe acerca de su evolución hasta la alta edad media. El nombre del pueblo y de la iglesia hacen referencia a San Martín de Tours, por lo que se puede deducir la influencia de las corrientes europeas tanto artísticas como religiosas que llegaron al valle, tal vez como zona de paso o ruta jacobea hacia la tumba del Santo. Para llegar hasta ella, a la altura de Ruerrero saldremos de la CA -274 y, siguiendo el cauce del Ebro, tomaremos la CA-275. Al llegar a San Martín de Elines cruzaremos de nuevo el río y nos dirigiremos al barrio de la iglesia. San Martín fue un monasterio benedictino consagrado a San Martín de Tours; en el siglo XIII se convierte en Colegiata y pasa a depender de la orden de los Canónigos y Agustinos Regulares, iniciando su lenta decadencia. En 1925 el conde de Cedillo se interesa por ella y en 1931 es declarada Monumento Histórico Artístico Nacional, pero no es hasta mediados de los ochenta que gracias a la perseverancia de su sacerdote, Don Bertín, y de parroquianos como el ya desaparecido Don Celso, la iglesia de San Martín se está recuperando y elevando al lugar que le corresponde por derecho propio. Saliendo de San Martín de Elines por la carretera que transcurre junto al río, os proponemos una visita al cañón del Ebro (foto 4). El espectáculo es impresionante y hasta podemos adentrarnos en la provincia de Burgos si queremos pasear por el pueblo amurallado de Orbaneja del Castillo. Entre las bellas iglesias románicas que hemos visitado y los parajes extraordinarios, aún nos queda tiempo para regresar a Polientes, comer en el pueblo (en casa Demetrio sirven unos platos caseros excelentes y los dueños nos brindan su exquisita amabilidad) y, después de comer, subir al mirador de La Lora (foto 5) desde el que podemos divisar todo el valle. Por último, nos dirigiremos a Cejancas. Para ello retomaremos la CA-274 en dirección hacia el puerto de Carrales. Siguiendo el curso del río Panero, afluente del Ebro, llegaremos a Cejancas donde visitaremos la iglesia de San Miguel (foto 6). Destaca su fachada meridional, prolongada posteriormente, que conserva gruesos canecillos de punta de diamante en la cornisa. El ábside muestra una ventana románica sin arquivoltas y canecillos parecidos a los de la cornisa del muro sur. |