Satué es una pequeña villa escondida bajo las peñas del monte de Santa Orosia a la que se llega tomando una breve y empinada vía vecinal que sale a nuestra derecha en la carretera que conduce desde Sabiñánigo a Lárrede. La iglesia de San Andrés se encuentra en el punto más alto del reducido grupo de viviendas y constituye un excelente mirador sobre las cimas que rodean el Parque Nacional de Ordesa.
El templo fue devastado casi en su totalidad durante la Guerra Civil, pero se restauró en la década de los 70 del pasado siglo, momento en que se rehicieron los muros norte y oeste y parte del muro meridional. La zona mejor conservada es la de su cabecera que, al parecer, ha llegado hasta nosotros casi sin alteraciones. Es de planta rectangular de una sola nave con breve prebiterio y ábside semicircular y torre cuadrada adosada al muro de mediodía. El sistema de cubiertas se compone de techumbre plana de madera en la nave, bóveda de cañón en el tramo presbiterial y bóveda de cuarto de esfera en el ábside. Los autores no se ponen de acuerdo sobre la fecha de construcción, pero la datación más plausible nos situaría a mediados del siglo XI, en torno a las décadas de 1050 y 1060.
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